martes, 6 de noviembre de 2007

06/11/07



Hoi!

Leyendo la revista de español para extranjeros “ECOS” de este mes de noviembre, he descubierto un artículo de la periodista, escritora y columnista española, Mercedes Abad, sobre las “Fotos”.

Y me gustaría compartirlo con vosotros, para saber que opináis al respecto.
Espero que os guste...

“Fotos”

"Ahora mismo, mientras usted, querido lector, empieza a leer estas líneas, hay colas de turistas que esperan pacientemente para hacerse una foto delante de la mayor parte de los monumentos de este absurdo y fascinante planeta nuestro. Frente al Partenón, la Torre Eiffel, la pirámide de Gizeh, la Sagrada Familia, el Coliseo y la Puerta de Brandeburgo, filas de disciplinados turistas esperan su turno para poder inmortalizarse junto al monumento en cuestión. También usted y yo, cuando vayamos de viaje, haremos cola para llevarnos en nuestras cámaras de fotos nuestros propios recuerdos. Poco importa que luego no miremos nunca esas fotos. Pero están ahí, metidas en cajas que contribuyen a que en nuestra casa no quepa ya ni una cerilla o pegadas en un álbum, demostrando que estuvimos aquí y allá, que subimos a lomos de un elefante o que visitamos tal templo griego a la puesta del sol, y eso es lo que cuenta.

De hecho, si comparásemos nuestras fotos con las de otros turistas veríamos que son desoladoramente parecidas: todos elegimos los mismos ángulos y parecidos encuadres, de modo que lo único que cambia son las personas, y ni siquiera mucho. Al fin y al cabo, todos solemos llevar ropas muy parecidas y los mismos modelos de sombrero para protegernos del sol. Además, según una regla no escrita pero que la mayoría obedece, en nuestras fotografías no debemos aparecer ceñudos y malhumorados sino sonrientes. Aunque el viaje haya resultado una autentica catástrofe porque el avión se retraso y la compañía aérea nos perdió las maletas y porque, encima, cogimos la gripe o una espantosa diarrea en cuanto aterrizamos en el país en cuestión; aunque estemos al borde de la lipotimia porque hace cuarenta grados a la sombra, en el momento de hacernos la foto hay que disimular todos los malos rollos, hacer de tripas corazón y sacar a relucir nuestra mejor sonrisa, que para eso le pagamos una fortuna al dentista. Por eso, por trivial y aburrida que nos parezca esa tipología de fotos turísticas con cara sonriente y Partenón detrás (cuando, por supuesto, la cara no es la nuestra), lo cierto es que puede haber grandes dosis de callado heroísmo tras esa pose banal y esa sonrisa impostada.

Pero si detrás de muchas sonrisas hay un dominio del arte de disimular las propias emociones, no se acaba ahí el trabajo de falseamiento de la realidad. Según otra ley no escrita que todos obedecemos, en las fotos de viaje no deben aparecer otros turistas, pues existe la creencia universal de que los turistas estropean las fotos con su presencia. Pero como cada vez hay mas turistas abarrotando los lugares mas extraordinarios de este planeta nuestro, esa ley puede ser bastante mas difícil de cumplir que la que nos obliga a sonreír cuando nos duelen los pies o estamos de un pésimo humor. Si, por ejemplo, nos hallamos en la Piazza San Marcos de Venecia, que quizá sea el lugar del mundo con mayor numero de turistas por metro cuadrado, para conseguir aparecer solos en la foto quizá tengamos que pedir a veintenas de turistas que se aparten un metro o dos, y luego esas veintenas de turistas nos suplicaran a su vez que nos apartemos nosotros para hacer sus propias fotos. Y todo para llevarnos a casa pequeñas mentiras de viajeros sonrientes en un mundo romántico y solitario."

Un besazo a todos y feliz tarde :)

Foto: Rosa de los Jardines de la Alhambra en Granada, dedicada a mi querida “cuñada” Adela en su 24 cumpleaños... ¡Muchísimas felicidades guapísima! :)

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