domingo, 11 de abril de 2010

11/04/10



Hoi zäme!

¿Qué tal? Por aquí muy bien... Seguimos sin parar ni un segundo porque de nuevo las fechas de las vacaciones se aproximan y eso significa "doble ración" de exámenes, redacciones y reuniones... :(

Además, vuelvo a tener una semana más visita en casita... :) Si la semana pasada estuvo por aquí mi amigo David, estos días tengo a Etienne recordando los dos años que estuvo viviendo en estas bellas tierras antes de volver a su querida Francia :)

Pero bueno, sin duda, la noticia del día es que hoy he asistido a la ya "tradicional conferencia" del Dalai Lama (es la 23ª vez que visita este país), en el Hallenstadion de Zürich junto con 10499 personas más :)

Entre otras cosas, el jefe religioso de los tibetanos ha agradecido, de nuevo, la solidaridad de Suiza al recibir hace 50 años a los refugiados tibetanos (la comunidad tibetana de Suiza es la tercera en el mundo después de la situada en la región del Himalaya – entre India y Nepal- y de la instalada en Estados Unidos...), ha hablado de la crisis y de la economía global y nos ha contado que le encanta China... "¿a quién no le puede gustar China?" "¿Hay alguien aquí a quien no le guste la comida china?"... je, je... ¡que cachondo! :)

La verdad es que me ha encantado... una experiencia más para mi "diario personal" :)

Espero que vosotros estéis teniendo también un buen fin de semana.

Un besito :)

Foto: El XIV Dalái Lama del Tíbet, Tenzin Gyatso, en el Hallenstadion de Zürich hoy, 11 de abril de 2010, con su secretario personal y el intérprete de inglés-alemán :)

1 comentario:

  1. Qué guay! la verdad es que a mi no me hubiera importado para nada ir. En una ocasión leí un capítulo de un libro de un periodista que trataba de las conversaciones personales que había tenido con el Dalai Lama; en el Capítulo hablaba de que la felicidad consistía de alegrarse no solamente de las cosas buenas que tenías en tu vida sino básicamente consistía en alegrarse de las cosas buenas que tenían los demás, ya que la envidia es quizá la principal causa de la infelicidad.

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