domingo, 9 de diciembre de 2012
09/12/12
-¡Cómo cruje dentro de mi cuerpo! ¡Realmente hace un frío delicioso! -exclamó el hombre de nieve-. ¡Es bien verdad que el viento cortante puede infundir vida en uno! ¿Y dónde está aquel abrasador que mira con su ojo enorme?
Se refería al Sol, que en aquel momento se ponía.
-¡No me hará parpadear! Todavía aguanto firmes mis terrones. ...
Fragmento de "El hombre de nieve" de Hans Christian Andersen
Foto: Muñeco de nieve en Uetliberg (Suiza)
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