
Hoi!!
¿Qué tal habéis comenzado la semana? Por aquí, con calor, MUUUUUUUUUCHO calor, pero aún así, con mucha energía :)
La "vuelta al cole" ha sido fantástica... como ya dije ayer... ¡creo que este va a ser un gran año! :)
Supongo que más de uno ya habrá leído estas líneas de Fernando Savater, pero aún así, en este primer día de curso, me gustaría compartirlas con vosotros:
"...en cuanto educadores no nos queda más remedio que ser optimistas,¡ay! Y es que la enseñanza presupone el optimismo tal como la natación exige un medio líquido para ejercitarse. Quien no quiera mojarse, debe abandonar la natación; quien sienta repugnancia ante el optimismo, que deje la enseñanza y que no pretenda en pensar en que consiste la educación. Porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que le anima, en que hay cosas que pueden ser sabidas y merecen serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento. De todas estas creencias optimistas puede uno muy bien descreer en privado, pero en cuanto intenta educar o entender en qué consiste la educación no queda más remedio que aceptarlas. Con verdadero pesimismo puede escribirse contra la educación, pero el optimismo es imprescindible para estudiarla... y para ejercerla. Los pesimistas pueden ser buenos domadores pero no buenos maestros."
("El valor de educar" de Fernando Savater)
Así que con estas palabras y con la imagen de dos de mis cursos me despido por esta noche.
Un beso y ¡gracias por estar ahí!
Foto: Mis alumnos de las clases N6 y N5b de Glattal... con OPTIMISMO, por su parte y por la mía :)